La condensación flotante se utiliza en un sistema de refrigeración para licuar el gas refrigerante descargado por el compresor. En un condensador evaporativo, el gas a condensar fluye a través de un serpentín que se humedece continuamente en el exterior con agua recirculada. Se aspira aire sobre el serpentín, evaporando parte del agua. En Coinsfri resumimos el funcionamiento de la condensación flotante, basada en el enfriamiento evaporativo:
» La evaporación del agua es más eficaz para eliminar el calor que el aire seco. El calor se rechaza contra la temperatura ambiente de bulbo húmedo en lugar de contra la temperatura de bulbo seco. La temperatura de bulbo húmedo es hasta 8 °C más baja que la de bulbo seco en climas cálidos.
» La mejora de la eficiencia energética se da por la disminución del nivel de presión de condensación, esta reduce la potencia absorbida en el compresor y con ello, el consumo eléctrico de la instalación de frío industrial.
» El potencial de ahorro energético se debe basar en la optimización de la presión de condensación en relación a las condiciones del exterior, de esta forma se consigue minimizar los costes operativos de la instalación. Por este motivo, diseñamos instalaciones de condensación flotante tomando como referencia las condiciones del exterior más desfavorables.
En el sector de frío industrial, una de las máximas prioridades es reducir el gasto de energía, este hecho generará un impacto positivo en las finanzas anuales de una empresa. Desde Coinsfri sabemos de la importancia de reducir costes en esta industria, es por ello que ofrecemos las mejores y más variadas soluciones con el fin de aprovechar, de forma efectiva, los recursos energéticos, promover la competitividad industrial y el respeto por el medioambiente. Gracias a la condensación flotante, conseguir estos hitos hoy es posible.
El uso de la condensación flotante puede llegar a generar un ahorro energético de hasta el 35%, por ello es una técnica muy rentable a tener en cuenta. Una instalación de condensadores y evaporadores de la máxima calidad, junto con un cuadro capaz de controlar la válvula electrónica de expansión, garantiza la optimización del rendimiento de estos sistemas.
Nota*: El ahorro siempre está relacionado con un correcto mantenimiento de la instalación. Si se da el caso que un evaporador está lleno de hielo no evaporará a –30ºC, pudiendo llegar a los –45ºC. Ello supondría una caída del rendimiento de más del 50%. El mismo caso ocurre con el condensador, si está lleno de polvo y/o suciedad no condensará a +20ºC, lo hará a 40ºC e incluso a más, reduciendo considerablemente el rendimiento del equipo.
La temperatura de condensación se calcula a partir de la temperatura ambiental más una cifra, denominada salto, pudiendo oscilar desde 15ºC a 5ºC. En este caso adoptamos un salto de 7ºC.
Para determinar la temperatura de condensación, partimos de los datos facilitados por el Instituto Nacional de Meteorología. En cada mes del año partiremos de las medias mínima y máxima. A esa cifra le sumaremos 7 y obtendremos la temperatura media de condensación mensual.
Fijamos la condensación mínima en 20ºC
Una vez calculadas las temperaturas de condensación, vemos la potencia que da un equipo con estas condensaciones y las comparamos con la que da condensando a +40ºC. La diferencia obtenida será el ahorro conseguido.
Ejemplo: equipo de 15 CV en régimen de conservación de congelados, temperatura de evaporación a –28ºC para mantener una cámara a –20/-22ºC. El equipo concreto es el Bitzer modelo 4H-15.2Y, con las siguientes características técnicas.
Cálculo de potencias frigoríficas
Hemos calculamos las potencias frigoríficas del motor a las diferentes temperaturas de condensación y las comparamos con la que presenta condensando a +40ºC. En cuanto a la evaporación para el caso de condensación +40ºC será de –28ºC. Para el resto de los casos la consideramos de –30ºC.
Ahora que ya sabes todo el ahorro que la condensación evaporativa flotante puede suponer para tu empresa, ¡pide presupuesto sin compromiso!
